A mediados del siglo XIV llegó una enfermedad terrible y desconocida que se propagó por Europa, tan solo en unos años sembró la muerte y la destrucción por el continente, llamada la Peste Negra. Todo comenzó en las grandes ciudades donde la salubridad pública y la falta de higiene personal durante la edad media trajeron consigo la convivencia de las personas con animales como las ratas, estas tenían parásitos que podían transmitirse a través de la zoonosis. La bacteria conocida como Yersinia pestis, la cual se encuentra en las pulgas que residieron en los roedores infectados fue la que transmitió el virus, provocando la reducción de la población mundial de 80 a 30 millones de personas aproximadamente, por otro lado, el virus también arraso con la economía, la cual tardó en recuperarse, afectando incluso a comunidades hebreas, presas de la discriminación racial que los condenaba por la propagación del virus. Todo esto fue tan drástico en gran parte porque al comienzo de los contagios los hospitales de la época no tenían las condiciones necesarias para tratar con tantos enfermos ni mucho menos entender la causa de la enfermedad, llegando por esto y muchas otras causas a ser la pandemia con mayor tasa de mortalidad de la historia.